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SABADO 16 Julio. Thermopylae. OP DEVGRU RACE

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Mensaje por Admin Lun Jul 18, 2011 1:48 pm

SABADO 16 Julio. Thermopylae. OP DEVGRU RACE 160720113334

SABADO 16 Julio. Por la tarde. Thermopylae. OP DEVGRU RACE

La última partida jugada en este campo, fue un PARTIDON, a ver si logramos repetirla.
Os invitamos a probar esta experiencia que sin duda deja muy buen sabor de boca en este recinto tan magnífico.

FECHA:
SABADO 16 JULIO.

LUGAR:
Thermopylae.
Tramitación de permiso tácito con la Policía Local de la zona. Habrá que llevar cuidado a veces hay algún senderista por la zona, pero en general nunca ha habido grandes problemas.

Desde Alicante->
Autovía Alicante-Murcia.
Desvío desde Autovía, a la altura de Crevillente.
Coger la AP-7 dirección Torrevieja-Cartagena.
Salida 743 Algorfa-Benijófar. No hay que pagar peaje.
Está a 20 min de Elche.

Latitud: 38° 4'25.38"N
Longitud: 0°45'38.77"O

PARTE METEREOLOGICO:
Máx: 31º
Mín: 22º
Soleado todo el día.
Temperatura hora de la partida: 28-27º

HORARIO:
Comienzo a las 17.30 horas.
Punto reunión: Aljub Elche. 16.15 horas.
A las 16.45 todo el mundo allí. En principio está previsto que la primera ronda no dure más de 2 horas. No se sabe la hora de finalización de la jornada, a gusto de los asistentes... si se acaba antes de lo previsto, se realizará una segunda ronda más corta y express, donde se intercambien los papeles de los bandos, el que que atacaba, pasará a defender y viceversa, para que todo el mundo juegue de todo.

EQUIPOS CONFIRMADOS, DE MOMENTO:
-SPARTANS
-HONDON WOLVERINES
-SEEKERS OF SOULS
-CATRAL AIRSOFT
-CHILREU & COMPANY
-SWAT
-ACV
+ varios jugadores sueltos.

SABADO 16 Julio. Thermopylae. OP DEVGRU RACE Devgrumile1

DESARROLLO:

I) FASE I. CONSIDERACIONES INICIALES
- Un piloto derribado ha caído tras las líneas enemigas. Dos bandos que intentan rescatarlo para fines muy distintos.
- Ambos bandos partirán de una posición más o menos equidistante para la búsqueda del piloto caído en la zona marcada en el mapa. El inicio de la partida será cantado en voz alta y confirmado por el otro bando, antes de comenzar.
- El piloto tendrá que estar escondido y repeler con fuego los intentos de apresamiento por parte de cualquiera de los bandos hasta que sea impactado por alguno de ellos.
- El primer bando que localice al piloto caído y lo impacte con un disparo, será el equipo que tendrá que protegerlo durante el resto del recorrido de la ronda... el bando que no consiga abatirlo en la zona de caída pasará a ser el bando que defenderá los objetivos y deberá matar al piloto más de tres veces antes del fin, para decantar la ronda a su favor.


II) FASE II. CONTINUACION
- Lo que ha de hacer un bando cuando localice y agregue al piloto caído en la zona del desfiladero y las pozas, deberá ser ponerlo a salvo en la zona de exclusión para que se reorganicen y se templen los bandos.
- Habrá una Zona de exclusión protegida (marcada en el mapa), durante 6 minutos, donde se tendrá que llevar al piloto abatido una vez localizado, y mantenido con vida. A pesar del fuego enemigo, habrá que alcanzar esa zona, como un time out en la partida (nadie podrá disparar hacia ni desde esa zona durante ese tiempo), donde los bandos se reorganizarán y acometerán sus estrategias de ataque y defensa de los objetivos.
- Una vez atravesado el ecuador de la partida, tras salir de la zona de refugio, el bando que protege al piloto abatido, deberá de alcanzar y mantener la posición de dos objetivos, durante los tiempos que se marcan en el mapa y con las vidas restantes que le queden al piloto.
- Tras cumplir los objetivos de monte se tendrá que alcanzar la zona de extracción de rescate del helicóptero, que tendrá que ser protegida por un perímetro tras su llegada durante 5 minutos más para darle tiempo al helicóptero a maniobrar.


III) CONSIDERACIONES GENERALES
- El piloto abatido sólo tendrá 3 vidas para todo el recorrido y nada más podrá llevar pistola. Si el piloto es impactado, dada la cercanía, más de 2 veces en el intervalo entre que es apresado y su llegada a la zona de refugio, contará como BONUS (contando que se va a estar muy cerca y entremezclados) para el equipo que no lo consiguió impactar de primeras, de una vida menos para el resto de la ronda, es decir le quedarían dos para cumplir todos los minutos de los perímetros en los objetivos más los desplazamientos por las zonas forestales. En caso contrario, las 3 vidas del piloto, contarán a partir de su salida de la zona de refugio. El resto de los jugadores tendrá vidas infinitas.
- El piloto abatido no cambia nunca de bando pese a ser impactado antes o después de la zona de exclusión, es únicamente eliminado por la acumulación de bajas.
- Se marcarán y completarán todos los tiempos y fases de la partida, gritando al aire cuando se vaya a abandonar un objetivo o cuando se haya llegado o tomado también, igualmente en la zona de exclusión, como marcas de comienzo y fin de tiempos estipulados por la organización.
- No habrá límite de tiempo, el signo de la partida se decidirá exclusivamente por el número de vidas que le queden al piloto caído hasta su extinción.
- Los bandos tendrán que acometer su estrategia para culminar el recorrido unos, y otros poder matar al piloto abatido.
- Habrá que llevarse munición y agua suficiente para completar la totalidad de la ronda.
- Se han reducido el número de objetivos para que, a ver si de una vez, acabamos una partida, UN PARTIDON, sin que nadie se pierda, se equivoque, se salte el guíon y fastidie la partida. Por tanto, nadie podrá volver a la zona de parking, sino es por accidente o causa mayor lógicamente. La ronda se acabará en su totalidad, en esta partida, en TODOS sus objetivos y tiempos, por el bando que haya de proteger al piloto, a no ser que sea muerto más de tres veces por el bando contrario.
- El aforo de jugadores a esta partida para poder cuidar la diversión, estará limitado. No se admitirán más en el caso de que los hubiere, ya que partidas de muchos jugadores siempre se acaban descontrolando y dispersan demasiado a la gente, descentrando la acción de lo marcado por el guíon.



Zona de caída del piloto abatido...
SABADO 16 Julio. Thermopylae. OP DEVGRU RACE Thermpylae2
SABADO 16 Julio. Thermopylae. OP DEVGRU RACE Thermpylae1


FORO DE LA PARTIDA:
https://spartans.superforo.net (previo registro).

Se intentará hacer alguna fotillo, aprovechando la luz, en combate, o en la zona de exclusión para tener un recuerdo de esta partida.


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COMENTARIO PARTIDA
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Si no hay enemigo no hay guerra.
Sun Tzu

Pero ayer había enemigo, …y hubo guerra.

La misión tenía miga: un piloto abatido y dos grupos de combate de bandera diferente, que pugnaban por encontrarlo mientras se las veían con sus oponentes. Y el premio por recoger al piloto no era otro que iniciar una huida suicida por la maleza, espesa como la selva de Predator, en busca de un lejano helipuerto bajo el acoso del enemigo.

Comenzó la partida con fuerza y velocidad. Fuimos desgajando del grupo principal pequeños grupos conforme el terreno se abría ante nosotros. Corrimos en dirección al Desfiladero de los Muertos, últimas coordenadas conocidas del piloto abatido.

Y si nosotros corrimos, el bando contrario había corrido lo mismo o más, porque nada más llegar al comienzo de El Desfiladero, encontramos fuego enemigo desde lo alto del lado opuesto de la entrada. Mientras bregábamos con las posiciones de los oponentes, convenientemente situados en la altura, nuestro grueso de ataque limpiaba arriba y abajo el área en la que debía haber estado el piloto. Tras un par de batidas por el fondo, estaba claro que el piloto debía estar en uno de los dos flancos. Habíamos mirado en cada oquedad, en cada arbusto y nada de nada. Con el constante aumento de presión por parte del enemigo, que pugnaba por hacerse con el control del área para rastrear al piloto, tuvimos que dividir mucho los efectivos. Lo inevitable ocurrió, empezaron a colarse entre nuestras líneas, por entonces ya demasiado estiradas. Caíamos al otro lado del desfiladero mientras maldecíamos por no encontrar al piloto abatido. Ya llevábamos tres rastreos negativos del área y sin rastro del piloto. El muy cabrón debía haber enterrado su paracaídas, y su radio estaba apagada o estropeada por lo que no podíamos triangularlo.

Mientras, en las planicies del otro lado se estaba desarrollando una guerra sin cuartel. El enemigo empujaba, y cada vez teníamos menos hombres en pie. Por nuestro flanco la cosa tampoco iba bien, varios efectivos se infiltraban intentando flanquearnos, al tiempo que buscaban al VIP.

Buf, que momentos de tensión: vigilando al contrario, disparando contra sus posiciones, al mismo tiempo corriendo, mirando entre los arbustos, pensando que posición elegiríamos para escondernos. El VIP además supo hacer su trabajo, dejó pasar a alguno de los nuestros y no disparó (para no delatar su posición): el muy jodio nos conoce bien y sabe que donde hay un Spartan, siempre hay otro cerca que conoce su posición. Aún así, uno de los nuestros, Nanol, vió por el rabillo del ojo algo. Y es que el peor enemigo del camuflaje es el movimiento, …y el VIP con su traje de piloto azul oscuro –que tampoco ayudaba mucho a camuflarlo- llamaron lo suficiente su atención como para que lo cazara.

Alea jacta est, habíamos capturado al piloto por lo que nuestro papel a partir de ese momento iba a ser escoltarlo, protegerlo y llevarlo sano y salvo por una posición de seguridad, dos banderas y hasta el helipuerto para su extracción. No era exactamente el plan deseado, pero una vez que nos habíamos hecho con él no había vuelta atrás.

Los primeros minutos fueron críticos. Gracias a los dioses de las ondas, las baterías de las radios estaban a tope y se pudo coordinar un repliegue en movimiento, con todo el mundo cerrando un anillo alrededor del grupo del VIP. En un terreno como las Termopilas, que este año está mejor que nunca, con vegetación espesa, se hace difícil orientarse en las distancias medias. Así es fácil ver las posiciones a 25-50 metros y vislumbrar como avanzar, pero es complicado trazar un rumbo para alcanzar un objetivo a 150-200 metros, debido tanto a la vegetación como a los desniveles. Si a eso le sumamos el tiempo que tardamos en conseguir cerrar un perímetro de defensa, es fácil comprender lo que sufrimos en este primer tramo. Continuamente hubo que cambiar de trayectoria, rodear, atajar. Afortunadamente nuestros flancos repartían munición con precisión, y nuestra avanzadilla podía dirigirnos para evitar las bolsas de enemigos.

Con agonía alcanzamos el área de exclusión, para un merecido descanso, que de los 5 minutos iniciales se prolongó hasta 10 debido a la intensidad del esfuerzo en este primer lance de la partida. La llegada había tardado mucho más de lo esperado, debido a la oposición del enemigo que obligó a abortar la trayectoria en varias ocasiones.

Tras el breve descanso empezó el avance hacia la primera bandera. Esta vez el enemigo nos esperaba concentrado muy cerca de nosotros. Mientras avanzamos al trote, nos rodearon y entraron por varias posiciones. Abrimos el grupo compacto de partida, para minimizar el riesgo de ver al VIP envuelto en un tiroteo, al tiempo que destacamos un grupo de diversión para marcar una falsa línea de avance al enemigo, esperando con la distracción ganar unos minutos mientras rodeábamos la concentración enemiga. No sabemos si surtió efecto o no la medida, pero no había tiempo para análisis de combate: avanzábamos rápido, guiados por nuestra vanguardia que iba limpiando, ganando posición y marcando puntos de ruta seguros. Hubo que abortar el avance un par de ocasiones, ante el acoso de comandos del bando contrario: en la espesura no sabíamos si era un solo tango o un grupo de ellos los que nos disparaban.

Nuestro perímetro a duras penas aguantaba. De nuevo tuvimos que abrir las líneas, por lo escarpado del terreno y la tupida vegetación, favoreciendo los puntos de entrada a hipotéticos enemigos. Casi habíamos llegado a la segunda bandera cuando se produjo otro conato de flanqueo. Por la radio llegaban gritos para aguantar las posiciones. Paramos al VIP hasta que se hubiera despejado la situación. La cosa no pintaba bien, transcurría el tiempo, el enemigo cerraba su cerco y no podíamos avanzar. Al final hubo que arriesgar y correr. Aunque es cierto que allá delante, la radio decía que el enemigo aguantaba posiciones frente a la bandera, no es menos cierto que sentíamos el aliento del cazador en nuestra nuca. Y corrimos, con toda la precaución que podíamos, pero avanzando a demasiada velocidad como para estar cómodos. Me recordó algunas escenas de Predator, la selva, el sudor, la carrera en pos de tu vida, mientras que un apestoso cazador alienígena te persigue para colgar tu cabeza como trofeo en su casa.

Llegamos tensos, muy, muy tensos hasta la bandera. A escasos 5 metros se veían entre los árboles a los compañeros de equipo en posición, rodilla en tierra, cubriendo todos los arcos alrededor, ¡que gusto y que seguridad!

Poco duro el alivio, apenas 30 segundos después empezaron los disparos en el anillo externo. Aguantamos mientras el tiempo necesario, …sigue la refriega con nuestro perímetro de defensa, que afortunadamente es amplio. Aún así se nos cuela un enemigo muy, muy cerca del VIP. Cae in extremis, a tan solo 10 metros del piloto.

Se cumple el tiempo marcado (10 minutos) y con el corazón desbocado y a toda marcha arrastramos al VIP a la siguiente posición. Había que conseguir llegar sin perder ninguna vida del VIP. Cuando parecía que alcanzábamos la posición sin mayor dificultad, han empezado a aparecer tiradores por ambos flancos. Daba la impresión de estar en le centro de una mordaza que se cerraba. Las radios echaban chispas, la tensión se mascaba. Hubo momentos de duda, ¿cubrirse en la posición y esperar a que los compañeros despejaran, arriesgándonos a quedar rodeados?, ¿o continuar con el avance a todo ritmo buscando rodear al enemigo y esperando que los compañeros los fijaran en sus posiciones y olvidaran por un rato al VIP? Al final se optó por esta segunda opción, aunque el caos se apoderaba paso a paso de la voluntad del grupo. Un último empujón de nuestra línea de ataque permitió recorrer los ultimos 20 metros hasta la bandera y literalmente hundirnos en la mierda de agujero que tenía que servirnos como cobertura.

Ahora si que estábamos completamente rodeados, …y así debió sentirse el general Custer en la batalla de Little Big Horne. El enemigo se había dividido en comandos, …de vez en cuando se veía una sombra avanzar entre la maleza y el ruido de las trazadoras. El reloj corría muy, pero que muy despacio, mientras no teníamos más remedio que cerrar el perímetro ante el acoso del bando atacante. Lanzamos ataques en dirección a la valla, de donde parecía venir el grupo más numeroso y compacto: la refriega en ese punto era continua, con la gente tirando la pota para hacer los 50 pasos reglamentarios de cada muerte y reenganchando a la carrera. A eso había que sumar los fantasmas que surgían entre la maleza, …el VIP nervioso al ver que a su lado se arrastraba uno de sus primos que se quejaba de la réplica encasquillada, mientras por encima zumbaban las bolas “¡Pero quítale el seguro, joderrrrrr!”, …je, je, je, eso nos dio un momento de distensión antes de que arreciara el combate. Afortunadamente, aunque los atacantes consiguieron aproximarse mucho al VIP, eliminando a algunos de sus guardaespaldas, fueron eliminados por nuestro círculo interno de defensa.

¡Buff!, que alivio cuando se cumplió el tiempo reglamentario. VIP vivo hasta la segunda bandera, con lo que ganamos una vida extra para él. ¿Y ahora qué? Pues la rehostia, …como no habíamos hecho suficiente ejercicio, había que aguantar el tipo y lanzarse en pos del último obstáculo.

Si, habíamos conseguido aguantar vivo al VIP hasta ese momento. Pero lo cierto es que fue in extremis, y que en más de una ocasión habíamos estado a punto de ser desbordados por el equipo contrario. Una combinación de fortuna y algún jugadón individual nos habían evitado perder vidas del piloto caído, pero éramos conscientes de que nuestra suerte se podía acabar tan rápido como las pocas fuerzas que nos quedaban.

Para evitar el grueso del enemigo, decidimos dar un rodeo hacia el exterior del campo, alejándonos en lo posible de la zona boscosa, de sus peligrosos guerrilleros emboscados y de sus mortíferos francotiradores. Para ello alargamos la caminata al trote, para desesperación del VIP que no terminaba de tenerlas todas consigo respecto al camino que llevábamos (no olvidemos que no llevaba radio y se perdía nuestras conversaciones internas).

Contrariamente a lo esperado, no encontramos más oposición en el avance que el de nuestras propias fuerzas. Manteníamos un anillo amplio alrededor del VIP y por radio no llegaban noticias de contacto con el enemigo. Nuestra punta de lanza alcanzó el punto de extracción, el antiguo embalse, donde el helicóptero debía recoger al VIP. Nuestra cobertura externa eliminó algún tango aislado, pero en general avanzábamos con menos oposición que en la espesura. Aún así la tensión iba en aumento, mientras ascendíamos en dirección al embalse, con los pelos de la nuca erizados pensando en qué matojo o en qué peñasco podrían tendernos una emboscada. Sufriendo cada metro del ascenso mientras esperábamos oír el silbar de las bolas de un sniper o el tableteo inmisericorde de las Minimis. El ascenso se hacía duro, con la gente exhalando el aliento a bocanadas, rápido y cuesta arriba.

A escasos 25 metros recuerdo ver una silueta de un soldado con lo que parecía una M4 recortada por el fulgor de un sol rojo e intenso. Caía la tarde y los 4 aumentos de mi ACOG no me permitían asegurar que fuera uno de mis compañeros de equipo, …pero algo en la forma de estar ahí de pie, oteando el horizonte con su M4, me hizo pensar “HUA!”. La radio lo confirmo, nuestra vanguardia tenía control del helipuerto. Eso nos hizo recorrer los últimos metros a toda velocidad, presos de la excitación del momento. Parecía que lo podíamos conseguir. En segundos se estableció un perímetro defensivo en lo alto del embalse. Allá en el fondo, esperando a oír el soniquete del rotor del helicóptero el VIP saltaba de un lado para otro, …no había donde esconderse, un par de tiros certeros desde la parte superior del embalse y era hombre muerto.

Espera, tensión. Dedos flexionando lentos, acariciando el gatillo de la réplica, ojos llorosos en el atardecer intentado vislumbrar algo entre la turbidez que se produce a esas horas. Llamadas por radio preguntando por el tiempo hasta la llegada del helicóptero.

Y en ese momento oímos unos gritos de guerra que acompañan una carga por una de las esquinas del helipuerto, subiendo por uno de los caminos, al amparo de la maleza. Las ráfagas se multiplicaron para llenar de proyectiles la cuesta desde la que venían los gritos. Afortunadamente impero la disciplina y nadie se movió de sus posiciones: unos cuantos gritos ayudaron a recordar a la gente que se quedara cubriendo su arco, porque en ese momento, el enemigo que astutamente nos había bordeado, lanzó un ataque por la retaguardia, con algún elemento disperso entrando por los flancos.

A partir de ahí todo fue caos y destrucción, mientras se vaciaban los cargadores y la gente caía bajo fuego enemigo, corriendo para reenganchar. Teníamos una buena posición, contábamos con la ventaja de la altura, pero la presión era fuerte y fuimos cediendo metros. El tiempo pasaba despacio, mientras recibíamos una oleada tras otra. Nos habíamos dejado sorprender por el pundonor, garra y empuje de un enemigo que tenía que estar igual de exhausto que nosotros, pero que sacó fuerzas de flaqueza para lanzarse en un asalto suicida al helipuerto. Creo que el que peor lo paso fue el VIP, porque mientras el resto estábamos más que ocupados disparando a derecha e izquierda él estaba ahí abajo, en el fondo del embalse y sin cobertura, sintiéndose como un pato de feria a la esperando del fatídico bolazo en los riñones.

Y entonces: puta Fuerza Aérea, no llega el helicóptero.

Pero no, escuchad: bendita Fuerza Aérea, ahí están esos pilotos para sacarnos de aquí.

Lo conseguimos, el VIP se alejaba en el helicóptero pensando quizás en las enfermeras que le esperaban en el campamento, o en la cerveza bien fresquita que se iba a poder tomar en la cantina del regimiento. Un día más y una misión más, …pero una cosa era segura: esta ha sido una misión inolvidable.

Atrás quedan las caras de los compañeros de partida, no importa el bando, mezcla de cansancio, agotamiento en algunos casos, orgullo, pundonor, …y esa sonrisilla de satisfacción del que se lo ha pasado de puta madre. Esta tarde, en las Termopilas todos han sido guerreros, todos han sufrido como tales y todos merecen el honor que otorga el campo de batalla.

Enorme calidad en la partida, gran ambientación, perfecto comportamiento y diversión a raudales. ¡Gracias a todos los asistentes por un partidón que te cagas!

Texto by Txakal.
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