SpecForces en la Operación SAPE-23 [I]
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SpecForces en la Operación SAPE-23 [I]
Sobre la mesa tiene tres docenas de fichas. Todos son hombres de primera, los mejores de su promoción: han sido cribados una y otra vez, han pasado por una prueba de selección detrás de otra, …cada vez más duro, cada vez más difícil, cada vez más mortífero.
En esta época de opulencia en la que no está de moda esforzarse por conseguir nada, ellos han tenido que vencer la inercia de toda su jodida generación para llegar hasta donde están: son la élite guerrera, la primera línea de combate frente al ciego furor del terrorismo.
Y ahora él, Marcus Hanna, teniente del Navy Seals Team Six tiene que tomar una decisión y escoger entre lo mejor, elegir entre estos hombres que pertenecen a la hermandad de guerreros de las Fuerzas Especiales Aliadas: Delta Force, SAS, GOE, GSG-9, y sus propios Navy Seals. No puede llevarse todo un jodido ejército a la cumbre, tiene que seleccionar y quedarse con el mejor grupo de operadores de Fuerzas Especiales para formar un equipo capaz de afrontar cualquier amenaza que pueda dar al traste con la cumbre de la OTAN en la que se va a decidir el futuro de las Fuerzas Aliadas en Afganistán.
Vuelve a mirar las fotografías, vuelve a leer los resúmenes. Sabe que solo debe quedarse con los más adecuados para esta misión. Y mientras lo hace no deja de tener en cuenta la intuición que desde hace días le corroe: esta reunión es demasiado importante como para que los terroristas dejen escapar la oportunidad, está seguro de que los escogidos van a tener más acción de la que a los come-papeles de 3 y 4 estrellas les gustaría.
Mientras repasa por tercera vez las fichas, en su mano izquierda no deja de dar vueltas al sobre con el burofax cifrado que ha recibido de una línea segura desde Langley. No es la primera vez que su fuente, que obstinadamente se niega a identificarse con otro nombre que no sea el ridículo alias de Jade, le pone en sobreaviso acerca de problemas inminentes. No sabe si el trato de favor que recibe de Jade es legal o no. Este siempre se empeña en recordarle que ni superiores ni subalternos deben tener conocimiento del trato privilegiado que recibe de la CIA, si no quiere perder su fuente de información operativa.
Después de cientos de misiones de contraterrorismo en todo el mundo, se ha acostumbrado a no poner en entredicho ni las órdenes de sus superiores ni la información que recibe de las distintas agencias de inteligencia. ¿Por qué desconfía entonces de Jade? No lo sabe, pero esos tipos de La Compañía le ponen nervioso, …hay algo en su artera forma de comportarse que nunca le ha gustado. Ha participado con ellos en misiones conjuntas y sus hombres dependen casi totalmente de la información que les suministran: de los datos que vienen de sus aeronaves no tripuladas, de las conversaciones que intercepta la NSA y que ellos filtran. Pero siguen sin gustarle, es algo primitivo que no sabe muy bien como explicar.
¿Debe abrir el sobre o simplemente pasarlo por la trituradora de documentos? ¿A qué se compromete si lo lee? Tiene la sensación de que cada vez que descifra uno de esos burofax, está vendiendo parte de su alma al sistema.
¡Que diablos!, si es bueno para la operación, es bueno para mí –piensa Marcus mientras abre el sobre.
…continuará
En esta época de opulencia en la que no está de moda esforzarse por conseguir nada, ellos han tenido que vencer la inercia de toda su jodida generación para llegar hasta donde están: son la élite guerrera, la primera línea de combate frente al ciego furor del terrorismo.
Y ahora él, Marcus Hanna, teniente del Navy Seals Team Six tiene que tomar una decisión y escoger entre lo mejor, elegir entre estos hombres que pertenecen a la hermandad de guerreros de las Fuerzas Especiales Aliadas: Delta Force, SAS, GOE, GSG-9, y sus propios Navy Seals. No puede llevarse todo un jodido ejército a la cumbre, tiene que seleccionar y quedarse con el mejor grupo de operadores de Fuerzas Especiales para formar un equipo capaz de afrontar cualquier amenaza que pueda dar al traste con la cumbre de la OTAN en la que se va a decidir el futuro de las Fuerzas Aliadas en Afganistán.
Vuelve a mirar las fotografías, vuelve a leer los resúmenes. Sabe que solo debe quedarse con los más adecuados para esta misión. Y mientras lo hace no deja de tener en cuenta la intuición que desde hace días le corroe: esta reunión es demasiado importante como para que los terroristas dejen escapar la oportunidad, está seguro de que los escogidos van a tener más acción de la que a los come-papeles de 3 y 4 estrellas les gustaría.
Mientras repasa por tercera vez las fichas, en su mano izquierda no deja de dar vueltas al sobre con el burofax cifrado que ha recibido de una línea segura desde Langley. No es la primera vez que su fuente, que obstinadamente se niega a identificarse con otro nombre que no sea el ridículo alias de Jade, le pone en sobreaviso acerca de problemas inminentes. No sabe si el trato de favor que recibe de Jade es legal o no. Este siempre se empeña en recordarle que ni superiores ni subalternos deben tener conocimiento del trato privilegiado que recibe de la CIA, si no quiere perder su fuente de información operativa.
Después de cientos de misiones de contraterrorismo en todo el mundo, se ha acostumbrado a no poner en entredicho ni las órdenes de sus superiores ni la información que recibe de las distintas agencias de inteligencia. ¿Por qué desconfía entonces de Jade? No lo sabe, pero esos tipos de La Compañía le ponen nervioso, …hay algo en su artera forma de comportarse que nunca le ha gustado. Ha participado con ellos en misiones conjuntas y sus hombres dependen casi totalmente de la información que les suministran: de los datos que vienen de sus aeronaves no tripuladas, de las conversaciones que intercepta la NSA y que ellos filtran. Pero siguen sin gustarle, es algo primitivo que no sabe muy bien como explicar.
¿Debe abrir el sobre o simplemente pasarlo por la trituradora de documentos? ¿A qué se compromete si lo lee? Tiene la sensación de que cada vez que descifra uno de esos burofax, está vendiendo parte de su alma al sistema.
¡Que diablos!, si es bueno para la operación, es bueno para mí –piensa Marcus mientras abre el sobre.
…continuará
Txakal- Cantidad de envíos : 639
Fecha de inscripción : 02/07/2008
Re: SpecForces en la Operación SAPE-23 [I]
Reconocía algo común en el mapa. Algo le picaba en el subconsciente. No es que supiera donde estaban ubicados esos dos kilómetros cuadrados, pero había algo familiar en ellos.
En algún momento de su pasado reciente, en alguna misión, quizás en uno de tantos operativos abortados en el último instante. Sabía que había visto ese mapa antes. Pero eso no era lo importante ahora mismo. Tenía poco tiempo y mucho trabajo por delante. Si lo que Jade decía era cierto, en ese lugar se iban a jugar parte del futuro de Afganistán.
Fuera llovía. Este iba a ser otro otoño pasado por agua en la costa Oeste de Estados Unidos. Pero Marcus y sus hombres iban a estar en muy pronto en otro lugar, y casi en otro tiempo. El mapa estaba falto de sus coordenadas, Jade le aseguró que más adelante las recibiría, que no eran vitales para la planificación de la misión. ¡Que sabrá él!, …ja, se lo imaginaba como uno de esos gordinflones chupapintas de Washington, o de Virginia, ¡qué carajo! Debía ser uno de esos tipos que lo más cerca que habían estado de un escenario de acción fue cuando hicieron cola para ver el estreno de Acorralado.
Comprobó el cronograma propuesto, los puntos de encuentro, la zona de aprovisionamiento, las frecuencias de comunicaciones, …pero no conseguía concentrarse, había algo que le rondaba, un punto disonante que le impedía centrarse en la misión. No, no, no, …definitivamente algo no estaba bien. El planteamiento parecía el habitual: un objetivo, un marco espacio-temporal y libertad para organizarlo todo.
Veamos: un objetivo, un marco, libertad…seguía faltando algo. Un objetivo, sí, ¿pero qué objetivo? ¿Por qué se trataba de algo tan vago? ¿Qué significaba exactamente acabar con la amenaza? Marcus estaba acostumbrado a órdenes mucho más claras: eliminar al objetivo X, neutralizar el vehículo Y, secuestrar al individuo Z…
…pero esta vez había algo muy raro en toda esa indefinición: acabar con la “amenaza”, actuar en el “área designada”, …sí, pero ¿por qué nada concreto? ¿Se trataba de un nuevo tipo de ejercicio de adiestramiento? ¿Trataban de desestabilizar a su equipo para ver como respondían ante la ambigüedad del problema?
No tenía tiempo para acertijos. Marcus cogió su teléfono móvil y suspirando, con resignación, resolvió llamar a ese número que había prometido no volver a usar nunca más.
…continuará
En algún momento de su pasado reciente, en alguna misión, quizás en uno de tantos operativos abortados en el último instante. Sabía que había visto ese mapa antes. Pero eso no era lo importante ahora mismo. Tenía poco tiempo y mucho trabajo por delante. Si lo que Jade decía era cierto, en ese lugar se iban a jugar parte del futuro de Afganistán.
Fuera llovía. Este iba a ser otro otoño pasado por agua en la costa Oeste de Estados Unidos. Pero Marcus y sus hombres iban a estar en muy pronto en otro lugar, y casi en otro tiempo. El mapa estaba falto de sus coordenadas, Jade le aseguró que más adelante las recibiría, que no eran vitales para la planificación de la misión. ¡Que sabrá él!, …ja, se lo imaginaba como uno de esos gordinflones chupapintas de Washington, o de Virginia, ¡qué carajo! Debía ser uno de esos tipos que lo más cerca que habían estado de un escenario de acción fue cuando hicieron cola para ver el estreno de Acorralado.
Comprobó el cronograma propuesto, los puntos de encuentro, la zona de aprovisionamiento, las frecuencias de comunicaciones, …pero no conseguía concentrarse, había algo que le rondaba, un punto disonante que le impedía centrarse en la misión. No, no, no, …definitivamente algo no estaba bien. El planteamiento parecía el habitual: un objetivo, un marco espacio-temporal y libertad para organizarlo todo.
Veamos: un objetivo, un marco, libertad…seguía faltando algo. Un objetivo, sí, ¿pero qué objetivo? ¿Por qué se trataba de algo tan vago? ¿Qué significaba exactamente acabar con la amenaza? Marcus estaba acostumbrado a órdenes mucho más claras: eliminar al objetivo X, neutralizar el vehículo Y, secuestrar al individuo Z…
…pero esta vez había algo muy raro en toda esa indefinición: acabar con la “amenaza”, actuar en el “área designada”, …sí, pero ¿por qué nada concreto? ¿Se trataba de un nuevo tipo de ejercicio de adiestramiento? ¿Trataban de desestabilizar a su equipo para ver como respondían ante la ambigüedad del problema?
No tenía tiempo para acertijos. Marcus cogió su teléfono móvil y suspirando, con resignación, resolvió llamar a ese número que había prometido no volver a usar nunca más.
…continuará
Última edición por Txakal el Dom Oct 09, 2011 9:16 pm, editado 1 vez
Txakal- Cantidad de envíos : 639
Fecha de inscripción : 02/07/2008
Re: SpecForces en la Operación SAPE-23 [I]
Marcus colgó el teléfono. Había llamado con la esperanza de tener respuestas a sus muchas dudas sobre la misión, y no lo había conseguido. Dudas, dudas, dudas.
No era la primera vez, estaba acostumbrado. Las mentes calenturientas que solían diseñar las misiones de entrenamiento gustaban de someterlos a desafíos de todo tipo, y no solo físicos sino también psicológicos. No era la primera vez que su unidad se enfrentaba a los trucos mentales de los instructores. Y no era malo, eso les hacía más fuertes, más preparados para la misión. Pero no por ello le gustaba.
El fax empezó a escupir una imagen. Una fotografía en color de unas estructuras de adobe sobre un promontorio.
Mientras la examinaba sonó el móvil:
-¿Lo reconoces? –preguntó Jade.
-¿Yemen?
-Exacto. Y por favor, no vuelvas a hacer llamadas que sabes que solo pueden perjudicarte.
-¿Cómo sabes a quien he llamado?
Tras un incómodo silencio, Jade continuó:
-Eso no importa. Concéntrate en la misión. Prepara a tus hombres. Tu grupo saldrá mañana hacia Yemen. Es la primera parada, estamos preparando los datos del primer objetivo. Presentaos a las 21:30 en la base aérea de Norfolk Sur, un C130 os estará esperando. Haréis una parada en Arabia Saudí, esperamos poder suministraros más información allí.
-¿Algún dato sobre la naturaleza de la misión? ¿El objetivo? ¿Asalto diurno o nocturno? ¿Número de hostiles? ¡Necesito información para preparar nuestro equipo! ¡Así no sabremos ni qué llevar con nosotros!
-Por ahora no tenemos más información. Nuestros analistas apuntan a una misión de 23 horas de duración, con hasta seis objetivos primarios y un número indeterminado de objetivos secundarios. Fuerzas hostiles numerosas: veteranos de la guerra de Afganistán, apoyados por islamistas radicales bosnios y un pequeño contingente de chechenos. Terreno no determinado, aparte de esa primera parada en Yemen.
-¿Y la naturaleza de la amenaza?
-Te lo repito, Marcus: en vuestra escala en Arabia Saudí esperamos contar con más datos. Por ahora solo tenemos una fotografía desenfocada y en mal estado, nuestros técnicos trabajan ahora mismo en ella. La recibirás en el móvil.
La comunicación se cortó. Jade siempre actuaba igual: información mínima, nula cháchara intrascendente. ¿Qué coño era lo que se veía en la imagen? No tenía sentido perder más tiempo en aquello, descolgó el teléfono de su oficina y se dispuso a convocar a su equipo.
…continuará
No era la primera vez, estaba acostumbrado. Las mentes calenturientas que solían diseñar las misiones de entrenamiento gustaban de someterlos a desafíos de todo tipo, y no solo físicos sino también psicológicos. No era la primera vez que su unidad se enfrentaba a los trucos mentales de los instructores. Y no era malo, eso les hacía más fuertes, más preparados para la misión. Pero no por ello le gustaba.
El fax empezó a escupir una imagen. Una fotografía en color de unas estructuras de adobe sobre un promontorio.
Mientras la examinaba sonó el móvil:
-¿Lo reconoces? –preguntó Jade.
-¿Yemen?
-Exacto. Y por favor, no vuelvas a hacer llamadas que sabes que solo pueden perjudicarte.
-¿Cómo sabes a quien he llamado?
Tras un incómodo silencio, Jade continuó:
-Eso no importa. Concéntrate en la misión. Prepara a tus hombres. Tu grupo saldrá mañana hacia Yemen. Es la primera parada, estamos preparando los datos del primer objetivo. Presentaos a las 21:30 en la base aérea de Norfolk Sur, un C130 os estará esperando. Haréis una parada en Arabia Saudí, esperamos poder suministraros más información allí.
-¿Algún dato sobre la naturaleza de la misión? ¿El objetivo? ¿Asalto diurno o nocturno? ¿Número de hostiles? ¡Necesito información para preparar nuestro equipo! ¡Así no sabremos ni qué llevar con nosotros!
-Por ahora no tenemos más información. Nuestros analistas apuntan a una misión de 23 horas de duración, con hasta seis objetivos primarios y un número indeterminado de objetivos secundarios. Fuerzas hostiles numerosas: veteranos de la guerra de Afganistán, apoyados por islamistas radicales bosnios y un pequeño contingente de chechenos. Terreno no determinado, aparte de esa primera parada en Yemen.
-¿Y la naturaleza de la amenaza?
-Te lo repito, Marcus: en vuestra escala en Arabia Saudí esperamos contar con más datos. Por ahora solo tenemos una fotografía desenfocada y en mal estado, nuestros técnicos trabajan ahora mismo en ella. La recibirás en el móvil.
La comunicación se cortó. Jade siempre actuaba igual: información mínima, nula cháchara intrascendente. ¿Qué coño era lo que se veía en la imagen? No tenía sentido perder más tiempo en aquello, descolgó el teléfono de su oficina y se dispuso a convocar a su equipo.
…continuará
Txakal- Cantidad de envíos : 639
Fecha de inscripción : 02/07/2008
Re: SpecForces en la Operación SAPE-23 [I]
05:50AM - AB Eskan Village (20 km. al sur de Riyadh – Arabia Saudí)
Marcus Hanna y su grupo del Navy Seal Team Six descendieron del C-130 en una de las pistas más alejadas del aeropuerto militar de Eskan Village, y subieron a un camión que los trasladó a un hangar más alejado aún del centro de la base. La luz era escasa, y salvo dos parejas de PM no había nadie cerca.
Nadie salió a recibirlos. Simplemente los dejaron al pie del hangar indicándoles que entraran.
-¿Un nuevo tipo de maniobras, teniente?
-No tengo ni idea, Vincent. La información que manejo es, por un lado, escasa y, por otro, críptica. Tengo un mapa de una localización aparentemente de Afganistán, junto con una fotografía de un poblado en Yemen. También hay una imagen borrosa de algo que parece ser un bidón con una carga de C4 adosada a su lateral y un temporizador o detonador remoto, no se distingue bien.
-¿Eso es todo?
-Si. Eso y el hecho de que esta misión no ha llegado por el conducto reglamentario.
-¿No viene del JSOC?
-Negativo.
Marcus y sus tres hombres entraron en el hangar. En la penumbra se distinguía una gran pila de material almacenado a un lado del enorme espacio vacío, junto a una mesa con cuatro sillas. Hacia allí se dirigieron.
-¿Entonces quien está al mando?
-La Compañía.
-¿Quiere decir que estamos bajo sus órdenes directas, sin pasar por nuestro Mando Central? ¡Eso contraviene todos los reglamentos!
-Así es. Llamé pidiendo una confirmación, saltándome a Jade, y solo conseguí que un tres estrellas me pateara los huevos, …y como no quiero que nadie apellidado Votel me los vuelva a patear, aquí termina toda discusión acerca del origen de la misión.
Sobre la mesa les esperaba una carpeta. Marcus la abrió, examinó las fotografías que contenía y las hizo circular entre sus hombres.
-Hacía tiempo que no veíamos a estos dos hijoputas –sentenció Vincent.
-Ali Jasmani, el Biólogo de Satán, y su primo Mohammed Jasmani, el Carnicero de Kashmir. Al parecer la CIA ha vuelto a recuperar su pista. Mal asunto, cualquier cosa en la que estos cabrones estén implicados significa problemas en grado mayúsculo.
El sonido de su móvil interrumpió las reflexiones de Marcus Hanna:
-Hola Marcus.
-Jade, ¿estas fotografías quieren decir que nos enfrentamos a una amenaza biológica o bacteriológica?
-Aún no lo sabemos. Tenemos sospechas, retazos de información dispersos, …pero todo se va uniendo. Estamos esperando una confirmación de la NSA a una información de última hora y habremos completado parte del rompecabezas. Por lo pronto tú y tus hombres pasaréis aquí dos días más…
-¿Y qué hay de Yemen? ¿No era un objetivo inmediato? –le interrumpió Marcus.
-Negativo. Esa parte del plan ha sido suspendida, nuestra pista más fiable nos lleva directamente al asentamiento 1.
-¿Qué está en…?
-A su debido tiempo. Concéntrate en lo inmediato: dentro de dos horas empezarán a llegar los restantes miembros de su equipo.
Marcus negó con la cabeza mientras miraba a sus expectantes hombres y activaba el altavoz del teléfono:
-No, no, ya lo hemos discutido antes. Somos Seals y solo trabajamos con nuestro propio equipo, no operamos con miembros externos.
-Tonterías, ya lo habéis hecho antes: SAS y Delta en Iraq, Afganistán, Mogadiscio, Bosnia, …¿sigo?
-Eso es diferente. Había tiempo para preparar los equipos, discutir las tácticas…
-No hay tiempo y habréis de hacerlo con el personal que ha sido designado. Punto. Volveré a contactar en 24 horas. Recibid a los operadores, revisad el equipo que os han dejado en el hangar. No os mováis de ahí, no habléis con nadie, no llaméis a nadie –y Jade colgó.
-¡Vaya mierda! ¿Vamos a mezclar el equipo con gente de la que desconocemos sus capacidades?
-Tranquilos chicos, ese no es el problema –contestó Marcus-. Todos los que vienen para acá son operadores de primera en sus respectivas unidades. Repito: ese no es el problema.
-¿Entonces?
-El problema es averiguar por qué carajo han montado una fuerza de asalto multidisciplinar, el problema es saber por qué nos quieren a todos allí, ...donde sea que se encuentre ese "allí".
…continuará
Marcus Hanna y su grupo del Navy Seal Team Six descendieron del C-130 en una de las pistas más alejadas del aeropuerto militar de Eskan Village, y subieron a un camión que los trasladó a un hangar más alejado aún del centro de la base. La luz era escasa, y salvo dos parejas de PM no había nadie cerca.
Nadie salió a recibirlos. Simplemente los dejaron al pie del hangar indicándoles que entraran.
-¿Un nuevo tipo de maniobras, teniente?
-No tengo ni idea, Vincent. La información que manejo es, por un lado, escasa y, por otro, críptica. Tengo un mapa de una localización aparentemente de Afganistán, junto con una fotografía de un poblado en Yemen. También hay una imagen borrosa de algo que parece ser un bidón con una carga de C4 adosada a su lateral y un temporizador o detonador remoto, no se distingue bien.
-¿Eso es todo?
-Si. Eso y el hecho de que esta misión no ha llegado por el conducto reglamentario.
-¿No viene del JSOC?
-Negativo.
Marcus y sus tres hombres entraron en el hangar. En la penumbra se distinguía una gran pila de material almacenado a un lado del enorme espacio vacío, junto a una mesa con cuatro sillas. Hacia allí se dirigieron.
-¿Entonces quien está al mando?
-La Compañía.
-¿Quiere decir que estamos bajo sus órdenes directas, sin pasar por nuestro Mando Central? ¡Eso contraviene todos los reglamentos!
-Así es. Llamé pidiendo una confirmación, saltándome a Jade, y solo conseguí que un tres estrellas me pateara los huevos, …y como no quiero que nadie apellidado Votel me los vuelva a patear, aquí termina toda discusión acerca del origen de la misión.
Sobre la mesa les esperaba una carpeta. Marcus la abrió, examinó las fotografías que contenía y las hizo circular entre sus hombres.
-Hacía tiempo que no veíamos a estos dos hijoputas –sentenció Vincent.
-Ali Jasmani, el Biólogo de Satán, y su primo Mohammed Jasmani, el Carnicero de Kashmir. Al parecer la CIA ha vuelto a recuperar su pista. Mal asunto, cualquier cosa en la que estos cabrones estén implicados significa problemas en grado mayúsculo.
El sonido de su móvil interrumpió las reflexiones de Marcus Hanna:
-Hola Marcus.
-Jade, ¿estas fotografías quieren decir que nos enfrentamos a una amenaza biológica o bacteriológica?
-Aún no lo sabemos. Tenemos sospechas, retazos de información dispersos, …pero todo se va uniendo. Estamos esperando una confirmación de la NSA a una información de última hora y habremos completado parte del rompecabezas. Por lo pronto tú y tus hombres pasaréis aquí dos días más…
-¿Y qué hay de Yemen? ¿No era un objetivo inmediato? –le interrumpió Marcus.
-Negativo. Esa parte del plan ha sido suspendida, nuestra pista más fiable nos lleva directamente al asentamiento 1.
-¿Qué está en…?
-A su debido tiempo. Concéntrate en lo inmediato: dentro de dos horas empezarán a llegar los restantes miembros de su equipo.
Marcus negó con la cabeza mientras miraba a sus expectantes hombres y activaba el altavoz del teléfono:
-No, no, ya lo hemos discutido antes. Somos Seals y solo trabajamos con nuestro propio equipo, no operamos con miembros externos.
-Tonterías, ya lo habéis hecho antes: SAS y Delta en Iraq, Afganistán, Mogadiscio, Bosnia, …¿sigo?
-Eso es diferente. Había tiempo para preparar los equipos, discutir las tácticas…
-No hay tiempo y habréis de hacerlo con el personal que ha sido designado. Punto. Volveré a contactar en 24 horas. Recibid a los operadores, revisad el equipo que os han dejado en el hangar. No os mováis de ahí, no habléis con nadie, no llaméis a nadie –y Jade colgó.
-¡Vaya mierda! ¿Vamos a mezclar el equipo con gente de la que desconocemos sus capacidades?
-Tranquilos chicos, ese no es el problema –contestó Marcus-. Todos los que vienen para acá son operadores de primera en sus respectivas unidades. Repito: ese no es el problema.
-¿Entonces?
-El problema es averiguar por qué carajo han montado una fuerza de asalto multidisciplinar, el problema es saber por qué nos quieren a todos allí, ...donde sea que se encuentre ese "allí".
…continuará
Txakal- Cantidad de envíos : 639
Fecha de inscripción : 02/07/2008
Re: SpecForces en la Operación SAPE-23 [I]
Dos horas más tarde empezaron a llegar los hombres cuyas fichas había seleccionado, en grupos de dos y de tres hasta completar un formidable número de operadores de Fuerzas Especiales.
A lo largo del día el goteo de hombres fue continuo. Mientras él y sus hombres los recibían y hacían lo posible por acomodarlos, Marcus no dejaba de pensar en que muchos hombres no hacen un ejército grande: efectivamente, en ese hangar estaba lo más granado de varios de los servicios más afamados de los ejércitos aliados de USA, pero no constituían un grupo de combate, ni siquiera un conjunto de unidades. Hace falta mucho trabajo conjunto, mucha coordinación para constituir una fuerza operativa capaz de hacer frente a la amenaza desconocida que le iban a plantear los terroristas. Y no estaba contento con ello, creía que era un error llevar esa amalgama de hombres al centro de la acción, cuando perfectamente se podrían haber ocupado de ello sus propios hombres, los operadores del equipo 6 de los Navy Seals.
-Gutiérrez y Maldonado, comandos del GOE III, Ejercito Español.
-Bienvenidos –saludó Marcus-. Les recuerdo del ejercicio conjunto Brilliant Sword, hicieron un estupendo trabajo.
-Gracias. ¿Y este ejercicio de qué va, teniente?
-Me temo que esto no va a ser un ejercicio. Tendrán los detalles en cuanto los tenga yo. Acomódense por ahí. Partiremos dentro de poco.
El móvil de Marcus sonó. Dos de sus hombres se aproximaron a él, ansiosos por recibir el mínimo retazo de información.
-Bien Jade, ya está todo el mundo aquí. Y ahora me vas a decir de qué va esto. Sabes perfectamente que no podremos cumplir ninguna misión si antes no tenemos toda la información, la examinamos y planteamos un plan de acción. Después hay que escoger todo el equipo para llevar a cabo la misión, explicarlo al resto de hombres, coordinar las tareas de todos ellos…
-Déjalo, Marcus. No me repitas lo que ya sé. Te doy la información conforme la recibo, no tengo ningún interés en escamotear datos. En cuanto lleguéis a nuestra Base de Operaciones Avanzadas (BOA) en el norte de Afganistán, tendréis todos los datos. Allí contaréis con 6 días para preparar la operación, equiparos, y coordinar a todos los grupos.
-¿Y cuando partimos?
-En 6 horas un C-17 os llevará hasta Bagram, y desde ahí iréis en helicópteros CH-47 hasta la BOA. Allí nos veremos las caras, y tendrás toda la información sobre la amenaza.
-¡Necesito saber ahora a qué nos enfrentamos! Dame algo para que pueda calmar a los operadores. Nadie sabe un carajo y se están poniendo nerviosos; puedo controlar a mis hombres, pero no al resto.
-La reunión de la OTAN donde se decidirá el futuro de las Fuerzas Aliadas en el país, no tendrá lugar en Kabul como se ha venido anunciando. El lugar de reunión será en un punto del Norte de Afganistán. Allí iréis tú y tus hombres, para evitar cualquier amenaza que perturbe el transcurso de la reunión. Nos jugamos mucho en ello, nada puede fallar, no podemos dar impresión de debilidad ni de desconcierto, los jefes de todas las tribus que ostentan poder en Afganistán estarán ahí, así como los líderes espirituales de dos facciones moderadas del Islam, una representación de musulmanes venida expresamente de Arabia Saudí y de Omán, los representantes del gobierno afgano y los principales responsables de los ejércitos de la Coalición.
-Eso es una invitación al desastre…
-Sí, y un desafío al poder talibán. Tiene mucho de ceremonia, por eso es importante tanto la acción como la forma de desarrollarla.
-¿Y a qué viene esta fuerza multinacional que habéis montado?
-Exigencias del guión. Los primeros ministros de los países de la Coalición se han dado literalmente de bofetadas por tener representantes de sus Fuerzas Especiales en el operativo. No quieren que se repita lo de Bin Laden, con los EEUU llevándose toda la gloria del esfuerzo militar sobre Afganistán.
-Jodidos burócratas de mierda. Que pena que hace ocho años no decidieran con la misma celeridad poner a sus tropas a combatir a nuestro lado.
-Olvídalo, Marcus. Ni tú ni yo somos políticos. Estás aquí para cumplir una misión. Refelxiona sobre la imagen que te envío –y Jade colgó.
En el teléfono se recibió una imagen.
El teniente Marcus Hanna miró el teléfono y después a sus dos hombres.
-Con la mierda hasta las orejas otra vez, ¿verdad teniente?
-Así es como nos gusta: imposible, inaccesible y jodidamente complicado. ¡Venga, informemos a esta gente!
…continuará
A lo largo del día el goteo de hombres fue continuo. Mientras él y sus hombres los recibían y hacían lo posible por acomodarlos, Marcus no dejaba de pensar en que muchos hombres no hacen un ejército grande: efectivamente, en ese hangar estaba lo más granado de varios de los servicios más afamados de los ejércitos aliados de USA, pero no constituían un grupo de combate, ni siquiera un conjunto de unidades. Hace falta mucho trabajo conjunto, mucha coordinación para constituir una fuerza operativa capaz de hacer frente a la amenaza desconocida que le iban a plantear los terroristas. Y no estaba contento con ello, creía que era un error llevar esa amalgama de hombres al centro de la acción, cuando perfectamente se podrían haber ocupado de ello sus propios hombres, los operadores del equipo 6 de los Navy Seals.
-Gutiérrez y Maldonado, comandos del GOE III, Ejercito Español.
-Bienvenidos –saludó Marcus-. Les recuerdo del ejercicio conjunto Brilliant Sword, hicieron un estupendo trabajo.
-Gracias. ¿Y este ejercicio de qué va, teniente?
-Me temo que esto no va a ser un ejercicio. Tendrán los detalles en cuanto los tenga yo. Acomódense por ahí. Partiremos dentro de poco.
El móvil de Marcus sonó. Dos de sus hombres se aproximaron a él, ansiosos por recibir el mínimo retazo de información.
-Bien Jade, ya está todo el mundo aquí. Y ahora me vas a decir de qué va esto. Sabes perfectamente que no podremos cumplir ninguna misión si antes no tenemos toda la información, la examinamos y planteamos un plan de acción. Después hay que escoger todo el equipo para llevar a cabo la misión, explicarlo al resto de hombres, coordinar las tareas de todos ellos…
-Déjalo, Marcus. No me repitas lo que ya sé. Te doy la información conforme la recibo, no tengo ningún interés en escamotear datos. En cuanto lleguéis a nuestra Base de Operaciones Avanzadas (BOA) en el norte de Afganistán, tendréis todos los datos. Allí contaréis con 6 días para preparar la operación, equiparos, y coordinar a todos los grupos.
-¿Y cuando partimos?
-En 6 horas un C-17 os llevará hasta Bagram, y desde ahí iréis en helicópteros CH-47 hasta la BOA. Allí nos veremos las caras, y tendrás toda la información sobre la amenaza.
-¡Necesito saber ahora a qué nos enfrentamos! Dame algo para que pueda calmar a los operadores. Nadie sabe un carajo y se están poniendo nerviosos; puedo controlar a mis hombres, pero no al resto.
-La reunión de la OTAN donde se decidirá el futuro de las Fuerzas Aliadas en el país, no tendrá lugar en Kabul como se ha venido anunciando. El lugar de reunión será en un punto del Norte de Afganistán. Allí iréis tú y tus hombres, para evitar cualquier amenaza que perturbe el transcurso de la reunión. Nos jugamos mucho en ello, nada puede fallar, no podemos dar impresión de debilidad ni de desconcierto, los jefes de todas las tribus que ostentan poder en Afganistán estarán ahí, así como los líderes espirituales de dos facciones moderadas del Islam, una representación de musulmanes venida expresamente de Arabia Saudí y de Omán, los representantes del gobierno afgano y los principales responsables de los ejércitos de la Coalición.
-Eso es una invitación al desastre…
-Sí, y un desafío al poder talibán. Tiene mucho de ceremonia, por eso es importante tanto la acción como la forma de desarrollarla.
-¿Y a qué viene esta fuerza multinacional que habéis montado?
-Exigencias del guión. Los primeros ministros de los países de la Coalición se han dado literalmente de bofetadas por tener representantes de sus Fuerzas Especiales en el operativo. No quieren que se repita lo de Bin Laden, con los EEUU llevándose toda la gloria del esfuerzo militar sobre Afganistán.
-Jodidos burócratas de mierda. Que pena que hace ocho años no decidieran con la misma celeridad poner a sus tropas a combatir a nuestro lado.
-Olvídalo, Marcus. Ni tú ni yo somos políticos. Estás aquí para cumplir una misión. Refelxiona sobre la imagen que te envío –y Jade colgó.
En el teléfono se recibió una imagen.
El teniente Marcus Hanna miró el teléfono y después a sus dos hombres.
-Con la mierda hasta las orejas otra vez, ¿verdad teniente?
-Así es como nos gusta: imposible, inaccesible y jodidamente complicado. ¡Venga, informemos a esta gente!
…continuará
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Re: SpecForces en la Operación SAPE-23 [I]
B.O.A. “Last Stance” – Yanghareq, Kunduz (Afganistán)
15/10/2011 - 22:45
El grupo de Fuerzas Especiales descendió de los Chinook, siendo recibidos por un sargento de los Boinas Verdes y un civil vestido de caqui.
-Bienvenido teniente –saludo el civil, estrechando la mano de Marcus.
-¿Jade?
-Negativo. Está en Kabul coordinando el dispositivo de seguridad de la reunión.
-¿No iba a tener lugar aquí, en Kunduz?
-Así es, pero vamos a montar una maniobra de diversión en Kabul: hasta el último momento dejaremos que crean que la reunión es en la capital, para que los posibles atacantes concentren sus esfuerzos en el objetivo equivocado.
-Ajá, me parece bien. ¿Cuáles son las instrucciones de Jade?
-Usted y sus hombres se alojarán en el pabellón 2, al sur de la base. Dormirán y comerán allí, no se mezclarán con el resto del personal de la base. Trazarán sus planes y prepararán los listados e inventarios de material que van a necesitar, si es que no lo han traído ya consigo. A las 22:00 Jade hablará con usted, tiene una PRC319 con capacidad de encriptación en el pabellón. Mientras tanto, les hemos dejado mapas de la región y del probable objetivo para que los vayan estudiando. También tienen un enlace satélite para conectar a Internet. A las 13:00 les llevarán la comida.
El tiempo era seco y frío. Las montañas se veían nevadas en las cumbres. La fina arena pugnaba por colarse por cualquier resquicio. Marcus se volvió hacia sus hombres:
-Vamos chicos, hay trabajo que hacer.
16/10/2011 – 22:00
La radio codificada sonó. Marcus cogió el auricular y contestó:
-Aquí Marcus.
- Fuera está uno de mis hombres con un sobre. Examine la fotografía. Hablaremos después, a las 00:30 volveré a conectar.
Marcus abrió la puerta y allí estaba el mismo civil que los había recibido a pie de pista. Le entregó un sobre sin mediar palabra. Marcus cerró la puerta, volvió a la mesa donde estaba la radio, abrió el sobre y examinó una fotografía borrosa que había en su interior.
16/10/2011 – 01:23
Todo el mundo estaba durmiendo. El hangar estaba a oscuras, salvo por un flexo encendido en una mesa cerca del centro del mismo. Se oían algunos ronquidos, amplificados por el eco. Marcus esperaba la llamada de Jade con los auriculares puestos, llevaba 2 minutos de retraso, algo inaceptable para su ordenada mente militar.
Mientras esperaba, repasó el resto de fotografías y el mapa que tenía en una carpeta sobre la que había escrito el nombre de la misión: Operación SAPE-23.
En ese momento se encendió una luz destelleante de color verde en la radio, ahí estaba Jade:
-Siento el retraso.
-No importa.
-¿Ha visto la fotografía?
-Sí.
-Esa es la amenaza a la que nos enfrentamos. Siento la falta de claridad, pero fue tomada en condiciones extremadamente complicadas, a mucha distancia y mediante un teleobjetivo. Los técnicos de La Compañía han hecho todo lo posible para restaurarla.
-¿Han identificado los componentes?
-Así es. Tenemos tres sustancias diferentes en el dispositivo. Por una parte botellas de explosivo líquido, altamente inflamable en presencia de oxígeno, robado de una instalación de alta tecnología francesa hace año y medio por un grupo terrorista vasco. Por otro lado un bidón lleno de agua con plutonio 240, que creemos que fue vendido a los islamistas por intermediarios chechenos que lo compraron al clan Inagawa-kai de la Yakuza japonesa, proveniente directamente de los alrededores de la central de Fukushima. Y por último envases que contienen material biológico activo, esporas de ántrax recubiertas por un polímero plástico, resistentes por tanto a una explosión; creemos que fueron robados de una instalación militar rusa hace tres años.
-Menuda mierda.
-Sin duda. Por sí solos ya son peligrosos, pero nada que ver con la amenaza que supone la combinación de los tres elementos. Si los terroristas consiguen tener todos juntos y hacen estallar el C4 del bidón, se desencadenará una tremenda explosión que dispersará a gran altura una enorme nube radioactiva en la que viajarán las esporas de ántrax. Cuando más tarde se disipe la nube, la cubierta polimérica del ántrax se habrá desecho y caerán mezcladas las esporas en una lluvia radioactiva que cubrirá un área de cómo mínimo 150 kilómetros cuadrados. Es una bomba sucia en toda regla, la mayor con la que nos hemos enfrentado jamás.
-¡Buf! ¿Están seguros? ¿150 kilómetros cuadrados?
-Mínimo. Si el viento dispersa la nube el área de dispersión será aún mayor.
Marcus no podía apartar los ojos de la bomba. Había varios interrogantes que le rondaban la cabeza, …pero la bomba centraba todos sus pensamientos.
Jade preguntó:
-¿Recuerda la foto en que aparece Karzai?
-Sí.
-¿Ha tenido tiempo de ver quien le acompaña?
-Un grupo de guardaespaldas occidentales. He reconocido a algunos ex-miembros de los SAS e incluso de los Seals. La verdad es que les había perdido la pista hace mucho tiempo
-Esa era la intención. Esos Seals dejaron su unidad para incorporarse a un destino aún más secreto: Red Cell.
-¿Los hijos de puta que testean nuestras defensas?
-Sí, …pero los de la foto dejaron también Red Cell. Fue desconcertante: de pronto 13 miembros de Red Cell abandonaron la unidad para pasar a una compañía privada de seguridad, que pasó a dar servicio a gente como el presidente afgano, Karzai. A diferencia de Blackwater, esta compañía, con el nombre de Pretorianos, acepta operadores de cualquier parte del mundo. En sus filas tienen a antiguos soldados servios, albano-kosovares, chechenos, paraguayos, …no tienen el más mínimo problema para incorporar mercenarios de cualquier origen a su equipo.
-Un craso error.
-Así es. Ahora los Pretorianos han dejado de ser el baluarte de seguridad del presidente afgano, para desaparecer de la escena hace tan solo 30 días.
Marcus volvió a contemplar la fotografía.
-Déjeme adivinar, la nueva pista los sitúa…
-…aquí. La NSA ha seguido transmisiones dispersas que se concentran en Kunduz. Creemos que están haciéndose fuertes en una vieja mina de uranio, abandonada por los rusos hace años, en la frontera con Tajikistán.
-¿Y nuestra misión es?
-Acabar con la amenaza. Dentro de seis días asaltarán la posición de los Pretorianos en la mina. Evitarán que ensamblen la bomba, haciéndose con todos y cada uno de los componentes.
-Entiendo.
-Y una cosa más, teniente…
-¿Si?
-No debe haber supervivientes entre los Pretorianos. No queremos volver a llegar a una situación como la actual. Recuerde: tiene 6 días para preparar un plan de acción, para pertrecharse y para aleccionar a sus hombres.
-22/10/2011 11:30 queda fijado como inicio de la Operación SAPE-23.
-No nos falle, teniente. El futuro de Afganistán depende de usted y de sus hombres. Nos veremos en las Minas.
El desenlace, …en Las Minas de la Unión, el 22 y 23 de octubre.
15/10/2011 - 22:45
El grupo de Fuerzas Especiales descendió de los Chinook, siendo recibidos por un sargento de los Boinas Verdes y un civil vestido de caqui.
-Bienvenido teniente –saludo el civil, estrechando la mano de Marcus.
-¿Jade?
-Negativo. Está en Kabul coordinando el dispositivo de seguridad de la reunión.
-¿No iba a tener lugar aquí, en Kunduz?
-Así es, pero vamos a montar una maniobra de diversión en Kabul: hasta el último momento dejaremos que crean que la reunión es en la capital, para que los posibles atacantes concentren sus esfuerzos en el objetivo equivocado.
-Ajá, me parece bien. ¿Cuáles son las instrucciones de Jade?
-Usted y sus hombres se alojarán en el pabellón 2, al sur de la base. Dormirán y comerán allí, no se mezclarán con el resto del personal de la base. Trazarán sus planes y prepararán los listados e inventarios de material que van a necesitar, si es que no lo han traído ya consigo. A las 22:00 Jade hablará con usted, tiene una PRC319 con capacidad de encriptación en el pabellón. Mientras tanto, les hemos dejado mapas de la región y del probable objetivo para que los vayan estudiando. También tienen un enlace satélite para conectar a Internet. A las 13:00 les llevarán la comida.
El tiempo era seco y frío. Las montañas se veían nevadas en las cumbres. La fina arena pugnaba por colarse por cualquier resquicio. Marcus se volvió hacia sus hombres:
-Vamos chicos, hay trabajo que hacer.
16/10/2011 – 22:00
La radio codificada sonó. Marcus cogió el auricular y contestó:
-Aquí Marcus.
- Fuera está uno de mis hombres con un sobre. Examine la fotografía. Hablaremos después, a las 00:30 volveré a conectar.
Marcus abrió la puerta y allí estaba el mismo civil que los había recibido a pie de pista. Le entregó un sobre sin mediar palabra. Marcus cerró la puerta, volvió a la mesa donde estaba la radio, abrió el sobre y examinó una fotografía borrosa que había en su interior.
16/10/2011 – 01:23
Todo el mundo estaba durmiendo. El hangar estaba a oscuras, salvo por un flexo encendido en una mesa cerca del centro del mismo. Se oían algunos ronquidos, amplificados por el eco. Marcus esperaba la llamada de Jade con los auriculares puestos, llevaba 2 minutos de retraso, algo inaceptable para su ordenada mente militar.
Mientras esperaba, repasó el resto de fotografías y el mapa que tenía en una carpeta sobre la que había escrito el nombre de la misión: Operación SAPE-23.
En ese momento se encendió una luz destelleante de color verde en la radio, ahí estaba Jade:
-Siento el retraso.
-No importa.
-¿Ha visto la fotografía?
-Sí.
-Esa es la amenaza a la que nos enfrentamos. Siento la falta de claridad, pero fue tomada en condiciones extremadamente complicadas, a mucha distancia y mediante un teleobjetivo. Los técnicos de La Compañía han hecho todo lo posible para restaurarla.
-¿Han identificado los componentes?
-Así es. Tenemos tres sustancias diferentes en el dispositivo. Por una parte botellas de explosivo líquido, altamente inflamable en presencia de oxígeno, robado de una instalación de alta tecnología francesa hace año y medio por un grupo terrorista vasco. Por otro lado un bidón lleno de agua con plutonio 240, que creemos que fue vendido a los islamistas por intermediarios chechenos que lo compraron al clan Inagawa-kai de la Yakuza japonesa, proveniente directamente de los alrededores de la central de Fukushima. Y por último envases que contienen material biológico activo, esporas de ántrax recubiertas por un polímero plástico, resistentes por tanto a una explosión; creemos que fueron robados de una instalación militar rusa hace tres años.
-Menuda mierda.
-Sin duda. Por sí solos ya son peligrosos, pero nada que ver con la amenaza que supone la combinación de los tres elementos. Si los terroristas consiguen tener todos juntos y hacen estallar el C4 del bidón, se desencadenará una tremenda explosión que dispersará a gran altura una enorme nube radioactiva en la que viajarán las esporas de ántrax. Cuando más tarde se disipe la nube, la cubierta polimérica del ántrax se habrá desecho y caerán mezcladas las esporas en una lluvia radioactiva que cubrirá un área de cómo mínimo 150 kilómetros cuadrados. Es una bomba sucia en toda regla, la mayor con la que nos hemos enfrentado jamás.
-¡Buf! ¿Están seguros? ¿150 kilómetros cuadrados?
-Mínimo. Si el viento dispersa la nube el área de dispersión será aún mayor.
Marcus no podía apartar los ojos de la bomba. Había varios interrogantes que le rondaban la cabeza, …pero la bomba centraba todos sus pensamientos.
Jade preguntó:
-¿Recuerda la foto en que aparece Karzai?
-Sí.
-¿Ha tenido tiempo de ver quien le acompaña?
-Un grupo de guardaespaldas occidentales. He reconocido a algunos ex-miembros de los SAS e incluso de los Seals. La verdad es que les había perdido la pista hace mucho tiempo
-Esa era la intención. Esos Seals dejaron su unidad para incorporarse a un destino aún más secreto: Red Cell.
-¿Los hijos de puta que testean nuestras defensas?
-Sí, …pero los de la foto dejaron también Red Cell. Fue desconcertante: de pronto 13 miembros de Red Cell abandonaron la unidad para pasar a una compañía privada de seguridad, que pasó a dar servicio a gente como el presidente afgano, Karzai. A diferencia de Blackwater, esta compañía, con el nombre de Pretorianos, acepta operadores de cualquier parte del mundo. En sus filas tienen a antiguos soldados servios, albano-kosovares, chechenos, paraguayos, …no tienen el más mínimo problema para incorporar mercenarios de cualquier origen a su equipo.
-Un craso error.
-Así es. Ahora los Pretorianos han dejado de ser el baluarte de seguridad del presidente afgano, para desaparecer de la escena hace tan solo 30 días.
Marcus volvió a contemplar la fotografía.
-Déjeme adivinar, la nueva pista los sitúa…
-…aquí. La NSA ha seguido transmisiones dispersas que se concentran en Kunduz. Creemos que están haciéndose fuertes en una vieja mina de uranio, abandonada por los rusos hace años, en la frontera con Tajikistán.
-¿Y nuestra misión es?
-Acabar con la amenaza. Dentro de seis días asaltarán la posición de los Pretorianos en la mina. Evitarán que ensamblen la bomba, haciéndose con todos y cada uno de los componentes.
-Entiendo.
-Y una cosa más, teniente…
-¿Si?
-No debe haber supervivientes entre los Pretorianos. No queremos volver a llegar a una situación como la actual. Recuerde: tiene 6 días para preparar un plan de acción, para pertrecharse y para aleccionar a sus hombres.
-22/10/2011 11:30 queda fijado como inicio de la Operación SAPE-23.
-No nos falle, teniente. El futuro de Afganistán depende de usted y de sus hombres. Nos veremos en las Minas.
El desenlace, …en Las Minas de la Unión, el 22 y 23 de octubre.
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